jueves, 2 de julio de 2020

PASO DEL TIEMPO-SEGUNDA PARTE. 2 de julio año XXVIII D.C.


También el día que enterraron a Camarón en La Isla fue una fiesta. Salió más gente a la calle que la noche del Nazareno. Sí, el Nazareno, ese que tiene su propia entidad y mucho público, el de a la iglesia Mayor fui a peirle al Nazareno que me dejara a mi pare... me contestó que no, que me dejaba a mi mare..(Seguiriyas )

He pasado parte de la infancia y la adolescencia viviendo arriba de la calle Ancha de La Isla. Se trata de una calle menos angosta de lo habitual con las aceras algo más amplias recorridas por sendas hileras de naranjos. Sólo hay dos calles así en San Fernando, en eso reside su idiosincrasia, y ambas en cuesta. Cuando el Nazareno baja la calle en pendiente con los árboles en flor se asiste a un espectáculo puramente barroco. Huele a incienso y azahar y la imagen, con el mecío del paso, baja literalmente la cuesta arrastrando la cruz. La gente se aposta (desgraciadamente cada vez más, cada vez somos más en todas partes) en la esquina de la churrería para acompañarse de la fritanga durante parte del trasnoche. Suele coincidir con el término de la madrugá y a la escenografía se le añade un leve toque de luz del inicio del amanecer, la alboreá.

La virgen le sigue, cuando el Nazareno ha llegado al pie de la calle los cargaores se paran a repostar. En este tramo del trayecto ella va más despacio y comienza el continuo asalto de saetas. Gente sencilla, gente normal, gente cualquiera. El hermano mayor, jefe de protocolos, si no anda demasiado trasegado con las interrupciones y contratiempos, pide silencio a la banda de música (música seria dicen los antiguos, no como en Sevilla). Los tambores hacen compás en sordina. El párroco que acompaña calla y otorga porque pedir al Nazareno no es lo mismo que pedir al dios todopoderoso. El cantaor espera su momento, pacientemente, toda la noche y parte de la amanecida si hace falta, cara crispada del trasnochar, del alcohol o de la promesa de cante que ha esperado el momento oportuno. He  visto mujeres desgañitándose en su saeta, levante fuerte en el estrecho, el pelo revuelto y los tacones torcidos a las primeras luces del alba. Ellas tenían su pena y su promesa, y yo las respeto.
  
Nunca he escuchado ni en vinilo ni en magnético una saeta de Camarón aunque probablemente los entendidos sepan dónde está y se cercioren de en qué año la grabó antes de decirlo. Cuando en San Fernando cantó y tengo conciencia de ello, lo hizo desde balcón, seguro que con micrófono. Y qué importa, se le disculpa, porque junto con la seguiriya al Nazareno nos dejó las bulerías del Viviré, mientras que el alma me suene, aquí estoy para morir cuando me llegue…(Viviré) tremenda premonición, ¿no es cierto?

Y este inciso ha venido a colación de la pérdida, las seguiriyas, el Nazareno  y el respeto. Pues sí, el día del entierro de Camarón hasta mis padres salieron a la calle. Cerca de mi casa, su casa de ellos, estaba la emisora de radio La Isla. Iconografía Camarón, estaban repartiendo los poster de la fotografía a blanco y negro (por cierto, de quién será?) en la Venta de Vargas, esa primera tirada que marcó para un grupo de aficionaos el año primero de la era Camarón. Existe la iconografía, existía antes el mito, fenómeno extra-flamenco dicen por haber sido de masas, y después de esta fecha existe ya hasta la “era”. Ni milenio, ni milongas, ni cibernautas: año XIV D.C.
Había un gitano en un mercedes acaparando una parte abundante de la primera tirada y mi madre le dice “dame uno para mi hija que está en Madrid”, “toma mujer”. Desde entonces la reproducción del retrato ha vivido bajo el cristal de todas las mesas camillas que he tenido al paso por mis casas, incluso de aquella otra casa que no fue mía porque la abandoné transitoriamente. Devuélveme el rosario de mi madre y quédate con todo lo demás, (Duquende dixit) y antes Camarón, o es que otros devolverían un retrato de Camarón de Alberto García-Alix, pongo por caso, o de Pepe Lamarca.
Armario Camarón.
Serían inenarrables todas las anécdotas que aquí podría referir homenajeando a Camarón. Nunca fue amigo mío, tampoco me provocó un shock en la percepción musical, ni me abrió un mundo de sensaciones desconocido. Sencillamente estuvo y está ahí, como uno de esos placeres asequibles que se pueden disfrutar a solas o en compañía, en los momentos adecuados. El tiempo, los cambios que son mentira, la cotidianidad que es verdad, las ciudades, las personas, los hijos... y la música. La música es un lenguaje como otro cualquiera, mucho ha que descubrí que como lenguaje encierra sus metáforas. Y esta metáfora que la entiendan quienes la perciban, va por ti, va por vosotros con un... (deseo) (Ojos de Brujo).
  
La Lancha del Genil, Granada, a dieciseis de junio del año XIV D.C.
Por Felicitas Ramírez Malo. 
PD. Este escrito debe escucharse con su BANDA SONORA o que cada uno ponga la suya. 

LA ISLA DE CAMARÓN 28 AÑOS DESPUÉS.


Foto Julio J. Cordero Múñoz
Hace poco estuvimos en la Isla de Camarón y pudimos comprobar como se estaba terminando lo que ya se conoce como Museo Camarón junto a la Venta Vargas. Tenemos que reconocer que estamos ansiosos por visitarlo, independientemente de lo que haya tardado, lo importante es que será otro punto más de referencia para todos los camaroneros y amantes del Flamenco para visitar su tierra natal.
También en San Fernando se inaugura en la Sala Exposiciones ERA del artista Antonio Mota,  una muestra del maestro Pepe Lamarca con unas imágenes, algunas de ellas inéditas en color.
Y estamos de enhorabuena en las redes pues en estos tiempos de confinamiento ha nacido un nuevo blog Una Isla Flamenca desde San Fernando para el mundo. Ya ha publicado alguna entrada con muy buenas maneras.
Carnet de profesional. Cesión Antonio Jimenez
Atentos pues detrás hay un flamenco y persona cabal que dirá cosas que pocos hacen.
Quedamos a la espera del carnet de artista de José Monje Cruz, Camarón de la Isla.


Nosotros seguimos acordándonos de José así que pasen 100 años. De nuestro último programa en Radio Almaina publicamos un bonus track "Camarón Vive" Khaled, Teorema, feat. Lopes y Manclo e Ikki Jurgensen
donde los raperos y otros músicos que nada tienen que ver con el Flamenco se acuerdan del más grande de todos los tiempos.