viernes, 4 de diciembre de 2020

CAMARÓN EN VALLEKAS - 5 de diciembre del año XXVIII D.C.

Allá por 1968 José Monje Cruz llegó a la capital, Madrid. Grabó con Antonio Arenas, con Sabicas y con su “hermano” Paco de Lucía. Por entonces Miguel de los Reyes y Juanito Valderrama se lo llevaron de gira. Y comenzó a trabajar en Torres Bermejas. Pero de esta época lo que nos interesa es la relación que en Madrid el cantaor tuvo con el distrito de Vallecas. Tenemos constancia de su presencia en un festival benéfico en el Puente de Vallecas patrocinado por Cafés "La Estrella", concretamente el 27 de diciembre de 1970, en el Cine Excelsior. Quizá fue la primera vez que actuara en este barrio pero hubo más. 19 años después allí estaba. Ha costado mucho tiempo encontrar alguna prueba documental de ello. Rubén Avilés nos cuenta que siendo un niño estuvo presente con su familia en Fontarrón, lugar cercano al Puente de Vallecas nombrado como Cerro del Tío Pío, conocido actualmente como Parque de las Tetas. Agradecemos la ayuda de Rafael Buhigas en nuestra búsqueda documental y también a Matilde Fernández pero sobre todo la colaboración de Sixto Rodríguez Leal, activista del barrio, autor de varios libros y fundador de Radio Vallekas, por proporcionarnos las fotos de la revista Valle del Kas (nº julio 1989) conservada en el archivo Vallekas todoCultura.


Camarón actuó el viernes 14 de julio de 1989 dentro del programa de fiestas del Carmen. Fue la primera y única vez que se celebraron en esa barriada que nos regala unas preciosas vistas de los atardeceres madrileños. Sixto nos cuenta que ese día repartió octavillas en protesta por el cierre de la emisora de radio por un problema de licencias. Sabemos también que ese año las fiestas estuvieron a punto de suspenderse debido a una moción de censura a la alcaldía de Juan Barranco (PSOE) que colocó a Rodríguez Sahagún (CDS) a la cabeza del ayuntamiento. Queda en un rinconcito de mi memoria la voz de Camarón del 14 de julio. Mi recuerdo y la prensa cultural del vecindario son, por el momento, los únicos testimonios que lo constatan porque parece que los medios de gran tirada no consideraron la propuesta de aquella noche reseñable. Asistí en compañía de una amiga de Mallorca que estaba por Madrid opositando, creo recordar. Hacía poco que había descubierto la música de Camarón y por ende el Flamenco. Esa noche cantó por alegrías la letra “de San Fernando a Cai, voy caminando, y en tus ojitos, niña, yo voy pensando”. Son evocaciones vagas y casi perdidas que revivo con nostalgia de la buena.

También lo escuché ese año en el Palacio de los Deportes junto a La Paquera de Jerez. Fue la gala de la primera emisión en pruebas de Tele Madrid que presentó Lauren Postigo. Antes de entrar al recinto me encontraba en las escaleras de una de las puertas traseras, por donde entraban artistas e invitados, cuando llegó un Mercedes negro del que se bajó Camarón de La Isla. Me acerqué para preguntarle “¿José, quién canta primero, tú o la Paquera?”; y él mirándome con cara de póquer me dijo “no , me imagino que la Paquera, ¿no?” Al momento unos brazos, que eran los de Antonio Flores, lo acogieron y se lo llevó dentro. Primero salió La Paquera y aluciné por la potencia de voz y el poderío de mujer. Cantó sin micrófono y se escuchó en todo el palacio. Yo no sabía quien era Francisca Méndez ni quienes la acompañaban. Cuando pude ver la grabación en vídeo mucho tiempo después me di cuenta de lo que presencié entonces.

Mis recuerdos de estos dos momentos son nebulosos. Del Palacio conservo con nitidez el ambiente, el gentío, las aclamaciones y las primeras filas de los asistentes jaleando al ídolo. Entre el público  he podido comprobar en youtube que estaba Paco de Lucía. Lamentablemente en este canal no he encontrado nada del acto en Fontarrón, quizá alguna vez…

Dicen que Madrid es la novena provincia andaluza, y Vallecas un barrio muy flamenco que ha recibido a muchos artistas y aficionados en sus peñas y locales. Sabida era la amistad de José con distintos vecinos de allí como Antonio Humanes, El Kalifa o el guitarrista Juan Antonio Muñoz, que recibió en su casa a ilustres como Antonio Mairena o Enrique Morente. Recomendable es el libro “Y Madrid se hizo flamenco”, del vallecano Antonio Escribano, para saber cómo se fue gestando esta flamencura. 

Con esta entrada en conmemoración del 70 cumpleaños de José Monje Cruz, Camarón de La Isla, se pretende iniciar una serie sobre Camarón en Madrid.

¡Camarón viene a Vallecas! Por Rubén Avilés.


Aquello sonó a algo muy serio, a un acontecimiento muy importante. La noticia me la dió mi padre que siempre ha vivido con especial interés las Fiestas del Carmen. Parecía querernos decir que los planes del verano ya estaban hechos. Nosotros que nunca veraneábamos. Lo normal, supongo, en casa de un pintor de "brocha gorda" que esperaba su tercer hijo.

En aquellos años 80' Vallecas era más que nada territorio de Los Chichos y Los Chunguitos. Y de toda esa rumba de barrio. Pero ese mes de Julio del 89 íbamos a recibir al icono del flamenco. José Monge Cruz, ojo ahí. Y a doscientos  metros de casa, porque el escenario de los conciertos estaba a la entrada de Fontarrón, junto al parque de "Las 7 tetas".

El mercadillo donde comprábamos su música era en la misma calle. Curiosidades de la vida.
Recuerdo la semana previa a la actuación con muchos nervios, y no sé muy bien por qué.
Era como si aquel chaval de poco más de 11 años supiese que iba a vivir un momento único e irrepetible.
Se creó mucha expectación en mi entorno cercano.

Parecía que no iba a llegar el día y en algún momento se comentaba que la actuación podría anularse. Incluso se decía que no era posible que Camarón pudiese actuar en Vallecas. ¿Quién sabe?.
Recuerdo, por ejemplo, a un compañero de mi padre sin afición al flamenco que quiso acompañarnos y no perderse aquello. Entiendo que habría muchos más allí con el sólo interés de ver en directo a José.
Fue muy bonito para muchos de nuestros vecinos gitanos que lo vivieron con mucha emoción. Lo que suponía Camarón para su pueblo...
Barrio de Fontarrón, Vallekas.

Y allí nos presentamos en "nuestro" trocito de montaña con la cena a cuestas. Unos pollos asados y vino con casera. No hay cena de verano más flamenca.
No sabría decir el número de personas, pero  si hubiese sido en un recinto cerrado se hubiese colgado el cartel de 'no hay billetes', sin duda.

Mentiría si dijera que me acuerdo de la actuación palo por palo, pero sí tengo grabado la imagen de Camarón saliendo al escenario: majestuoso. Y esos tonos inalcanzables para el resto de mortales: canela en rama. 
Todo esto, dicho sea de paso, desde los ojos de un niño que tenía enfrente a uno de sus ídolos.


También decir, que quien de verdad me impresionó fue Tomatito (perdón, José). Nunca había visto a un guitarrista tan de cerca, y por supuesto, de tanto arte. De allí salí más Camaronero si cabe y devorando sus cintas de cassette con devoción, admiración y respeto.
Tres años después, en el mismo mercadillo, compré "Un potro de rabia y miel" que borré de tanto escuchar.

jueves, 2 de julio de 2020

PASO DEL TIEMPO-SEGUNDA PARTE. 2 de julio año XXVIII D.C.


También el día que enterraron a Camarón en La Isla fue una fiesta. Salió más gente a la calle que la noche del Nazareno. Sí, el Nazareno, ese que tiene su propia entidad y mucho público, el de a la iglesia Mayor fui a peirle al Nazareno que me dejara a mi pare... me contestó que no, que me dejaba a mi mare..(Seguiriyas )

He pasado parte de la infancia y la adolescencia viviendo arriba de la calle Ancha de La Isla. Se trata de una calle menos angosta de lo habitual con las aceras algo más amplias recorridas por sendas hileras de naranjos. Sólo hay dos calles así en San Fernando, en eso reside su idiosincrasia, y ambas en cuesta. Cuando el Nazareno baja la calle en pendiente con los árboles en flor se asiste a un espectáculo puramente barroco. Huele a incienso y azahar y la imagen, con el mecío del paso, baja literalmente la cuesta arrastrando la cruz. La gente se aposta (desgraciadamente cada vez más, cada vez somos más en todas partes) en la esquina de la churrería para acompañarse de la fritanga durante parte del trasnoche. Suele coincidir con el término de la madrugá y a la escenografía se le añade un leve toque de luz del inicio del amanecer, la alboreá.

La virgen le sigue, cuando el Nazareno ha llegado al pie de la calle los cargaores se paran a repostar. En este tramo del trayecto ella va más despacio y comienza el continuo asalto de saetas. Gente sencilla, gente normal, gente cualquiera. El hermano mayor, jefe de protocolos, si no anda demasiado trasegado con las interrupciones y contratiempos, pide silencio a la banda de música (música seria dicen los antiguos, no como en Sevilla). Los tambores hacen compás en sordina. El párroco que acompaña calla y otorga porque pedir al Nazareno no es lo mismo que pedir al dios todopoderoso. El cantaor espera su momento, pacientemente, toda la noche y parte de la amanecida si hace falta, cara crispada del trasnochar, del alcohol o de la promesa de cante que ha esperado el momento oportuno. He  visto mujeres desgañitándose en su saeta, levante fuerte en el estrecho, el pelo revuelto y los tacones torcidos a las primeras luces del alba. Ellas tenían su pena y su promesa, y yo las respeto.
  
Nunca he escuchado ni en vinilo ni en magnético una saeta de Camarón aunque probablemente los entendidos sepan dónde está y se cercioren de en qué año la grabó antes de decirlo. Cuando en San Fernando cantó y tengo conciencia de ello, lo hizo desde balcón, seguro que con micrófono. Y qué importa, se le disculpa, porque junto con la seguiriya al Nazareno nos dejó las bulerías del Viviré, mientras que el alma me suene, aquí estoy para morir cuando me llegue…(Viviré) tremenda premonición, ¿no es cierto?

Y este inciso ha venido a colación de la pérdida, las seguiriyas, el Nazareno  y el respeto. Pues sí, el día del entierro de Camarón hasta mis padres salieron a la calle. Cerca de mi casa, su casa de ellos, estaba la emisora de radio La Isla. Iconografía Camarón, estaban repartiendo los poster de la fotografía a blanco y negro (por cierto, de quién será?) en la Venta de Vargas, esa primera tirada que marcó para un grupo de aficionaos el año primero de la era Camarón. Existe la iconografía, existía antes el mito, fenómeno extra-flamenco dicen por haber sido de masas, y después de esta fecha existe ya hasta la “era”. Ni milenio, ni milongas, ni cibernautas: año XIV D.C.
Había un gitano en un mercedes acaparando una parte abundante de la primera tirada y mi madre le dice “dame uno para mi hija que está en Madrid”, “toma mujer”. Desde entonces la reproducción del retrato ha vivido bajo el cristal de todas las mesas camillas que he tenido al paso por mis casas, incluso de aquella otra casa que no fue mía porque la abandoné transitoriamente. Devuélveme el rosario de mi madre y quédate con todo lo demás, (Duquende dixit) y antes Camarón, o es que otros devolverían un retrato de Camarón de Alberto García-Alix, pongo por caso, o de Pepe Lamarca.
Armario Camarón.
Serían inenarrables todas las anécdotas que aquí podría referir homenajeando a Camarón. Nunca fue amigo mío, tampoco me provocó un shock en la percepción musical, ni me abrió un mundo de sensaciones desconocido. Sencillamente estuvo y está ahí, como uno de esos placeres asequibles que se pueden disfrutar a solas o en compañía, en los momentos adecuados. El tiempo, los cambios que son mentira, la cotidianidad que es verdad, las ciudades, las personas, los hijos... y la música. La música es un lenguaje como otro cualquiera, mucho ha que descubrí que como lenguaje encierra sus metáforas. Y esta metáfora que la entiendan quienes la perciban, va por ti, va por vosotros con un... (deseo) (Ojos de Brujo).
  
La Lancha del Genil, Granada, a dieciseis de junio del año XIV D.C.
Por Felicitas Ramírez Malo. 
PD. Este escrito debe escucharse con su BANDA SONORA o que cada uno ponga la suya. 

LA ISLA DE CAMARÓN 28 AÑOS DESPUÉS.


Foto Julio J. Cordero Múñoz
Hace poco estuvimos en la Isla de Camarón y pudimos comprobar como se estaba terminando lo que ya se conoce como Museo Camarón junto a la Venta Vargas. Tenemos que reconocer que estamos ansiosos por visitarlo, independientemente de lo que haya tardado, lo importante es que será otro punto más de referencia para todos los camaroneros y amantes del Flamenco para visitar su tierra natal.
También en San Fernando se inaugura en la Sala Exposiciones ERA del artista Antonio Mota,  una muestra del maestro Pepe Lamarca con unas imágenes, algunas de ellas inéditas en color.
Y estamos de enhorabuena en las redes pues en estos tiempos de confinamiento ha nacido un nuevo blog Una Isla Flamenca desde San Fernando para el mundo. Ya ha publicado alguna entrada con muy buenas maneras.
Carnet de profesional. Cesión Antonio Jimenez
Atentos pues detrás hay un flamenco y persona cabal que dirá cosas que pocos hacen.
Quedamos a la espera del carnet de artista de José Monje Cruz, Camarón de la Isla.


Nosotros seguimos acordándonos de José así que pasen 100 años. De nuestro último programa en Radio Almaina publicamos un bonus track "Camarón Vive" Khaled, Teorema, feat. Lopes y Manclo e Ikki Jurgensen
donde los raperos y otros músicos que nada tienen que ver con el Flamenco se acuerdan del más grande de todos los tiempos.